Cárcel para quienes
golpearon y para
los que dieron las órdenes

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Agentes uniformados y de civil de la Prefectura y la Policía realizaron un operativo represivo contra los trabajadores del Casino y militantes de izquierda digno de las peores épocas del proceso.

Cientos de efectivos, armados hasta los dientes y cumpliendo órdenes de Cristina y su ministro del interior, rodearon a los compañeros con móviles policiales, golpeándolos brutalmente, para culminar con una verdadera “caza de brujas” y el encarcelamiento de 16 activistas.

Uno de ellos, Daniel Venditti, llegó al Hospital Argerich con la mitad de la cara lastimada y con un ojo muy herido. Cuando el médico lo derivó a un oftalmólogo para atenderlo, los agentes se negaron y lo trasladaron a la Comisaría 22, desde donde fue llevado a los tribunales de Comodoro Py junto a los otros detenidos.

Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora denunció lo mal que estaba Venditti, luego de ingresar a Comodoro Py junto a otras Madres, y ver solo a cuatro de los diez detenidos:

"Estaba terrible, puede llegar a perder el ojo. Otros estaban con golpes en el cuerpo, habían sido brutalmente golpeados. Me dijeron que había uno que tenía la cara golpeada pero a ese no lo pudimos ver. No los dejaban entrevistarse con los abogados sin la presencia policial, eso es violar un derecho…" Ver Agencia ANRED

Los seis compañeros que detuvieron en la Prefectura, fueron tirados al piso esposados, en donde los golpearon durante más de 20 minutos. Dentro de la comisaría 22, un policía llegó a apuntarle con su arma al pecho a un trabajador allí detenido.

Luego de las acciones llevadas adelante por los abogados y las organizaciones que nos movilizamos frente a la comisaría y a los tribunales de Comodoro Py, el fiscal otorgó la excarcelación de los compañeros, quienes serán liberados previo paso por las dependencias policiales de Villa Lugano, un lugar en el que, tiempo atrás, estuvieron detenidos Raúl Castells y varios militantes de Quebracho.

Las causas iniciadas contra los detenidos son de "atentado y resistencia a la autoridad, lesiones y daños públicos"

Basta de represión ¡Castigo a los represores y a quienes dieron las órdenes!

Los militantes de Convergencia Socialista adherimos y convocamos, junto la mayoría de las organizaciones y personalidades obreras, combativas y democráticas del país, a la marcha que se realizará hoy a 18 horas, en Puerto Madero.

Todos los participantes debemos unirnos en una gran lucha nacional e internacional para imponer el castigo a quienes golpearon a los compañeros y compañeras en Puerto Madero y a quienes ordenaron la represión, comenzando por el ministro del interior y los jefes de la policía y prefectura.

Esta pelea democrática debe unificar a todos los que están sufriendo los efectos de la represión, oficial o patoteril, como los obreros de Dana Spicer en zona norte, fábrica ocupada por cientos de policías para imponer una brutal flexibilización y el despido de los luchadores.

La militarización de Dana es un ejemplo emblemático de hasta donde están dispuestos a avanzar los de arriba para imponer su plan de ajuste y entrega al servicio de los monopolios y grandes patronales, como Cristóbal López y compañía.

Frente a esta situación, los luchadores tenemos que ponernos de acuerdo en que ¡Ya no podemos ni debemos dejar que nos sigan moliendo a palos impunemente, sin levantar la guardia y coordinar los esfuerzos necesarios para evitarlo!

La izquierda junto a todos los sectores y agrupamientos combativos y democráticos, tiene todo el derecho y la obligación de organizar una Coordinadora que sirva para enfrentar eficazmente al accionar de la policía, la prefectura o las patotas.

De acá en más, y cada vez que se realice una marcha o se desate un conflicto, los policías, gendarmes y patoteros tienen que saber que no las van a tener todas para ellos y que les resultará difícil, y hasta contraproducente, golpear a un solo luchador o militante.

Organizar la defensa de las luchas y los luchadores no es ninguna acción de “loquitos” o “ultraizquierdistas setentistas”, ni significa suplantar las acciones de la vanguardia o el movimiento de masas, sino ejercer un derecho democrático elemental.

Un derecho que no solo no defiende el gobierno de Cristina y su policía, sino que lo ataca y viola sistemáticamente.

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