Foto: Entrada a la Textil PagodaEl martes 4 de diciembre dos militantes de CS viajaron a Villa Mercedes para tomar contacto con los operarios de Textil Pagoda, una fábrica de vanguardia, que está ubicada en el cordón industrial de esa ciudad y está en huelga desde el 22 de noviembre pasado.
Los compañeros entrevistaron a varios activistas de esa fábrica, justo cuando estaban participando en un piquete de huelga organizado por los trabajadores de Dánica, que es una fábrica cercana.
Los compañeros de Pagoda, que exigen la reincorporación de los despedidos, un aumento salarial y el reconocimiento de su comisión interna, nos contaron cómo, después de haber roto el techo salarial (en junio de 2006) se transformaron en un ejemplo para buena parte de los trabajadores de esa zona y enemigos de las respectivas patronales.
El año pasado ganaron un aumento del 33% luego de 23 días de huelga con piquetes en la puerta de la fábrica y con comisiones de actividades que involucraron a gran parte del personal.
El triunfo les permitió obtener otras mejoras laborales, como la entrega de vestimenta e implementos de seguridad, la efectivización de los contratados y la reincorporación de compañeros despedidos.
Después de esa lucha, encabezada por la comisión interna combativa elegida en 2004, la patronal perdió el control de sus empleados. Por eso, su dueño, Alfredo Han, repitió en varias oportunidades que su principal objetivo era “recuperar el control de la fábrica…”
Tan grande fue su retroceso, que los trabajadores pudieron expulsar a dos empleados de alto rango, que habían sido contratados como “Asesores de Recursos Humanos” para aplicar un “reglamento interno” autoritario, que nunca pudieron imponer.
Desde ese momento Han comenzó a realizar una serie de provocaciones para generar un conflicto poco preparado de manera de debilitar a la organización gremial interna y al conjunto de los trabajadores.
Por eso, después que los trabajadores reclamaron un aumento del 22% (por encima del 16% firmado por la Asociación Obrera Textil a nivel nacional) Han, además de negarse a dar esa cifra, suspendió a los contratados y a los delegados de tejeduría primero, y a dos de tintorería después.
Estas últimas suspensiones fueron hechas con el objetivo de boicotear la elección de la comisión interna del sector tintorería, que debía realizarse el 20 de noviembre. Sin embargo, a pesar de esto y de todos los aprietes, el cien por ciento de la fábrica ratificó ese día a sus dirigentes combativos, encabezados por Marcos Reinoso, un reconocido militante de la COR, Corriente Obrera Revolucionaria.
El día 22, después de cobrar la quincena la asamblea de tintorería votó la huelga con ocupación del establecimiento. La toma duró hasta el 27 de noviembre, día en un operativo de más de 200 policías, armados hasta los dientes desalojó violentamente a los compañeros, que continuaron el paro afuera del establecimiento.
Los policías tuvieron que pelear durante varias horas para cumplir con su objetivo, dejando un tendal de heridos, entre ellos el propio Marcos.
Después de combatir heroicamente los obreros salieron de la fábrica con la frente bien alta y dispuestos a organizar una pelea de largo aliento y a coordinar esfuerzos con las demás fábricas del cordón de Villa Mercedes, muchas de las cuales o bien están parando o vienen de estar en conflicto, como Dánica, Tersuave, Sinjintex, Metalmecánica, etc.)
Los luchadores de todo el país deben tomar en sus manos la lucha de Pagoda, haciendo todo lo que esté a su alcance para evitar que la patronal y Rodríguez Saa aíslen el conflicto, ayudando a que los compañeros se mantengan firmes durante todo el tiempo que sea necesario, para lo cual sería conveniente poner en marcha una comisión de apoyo que organice un poderoso fondo de huelga.
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