domingo, 27 de julio de 2008

CARTA ABIERTA A LOS TRABAJADORES AERONAUTICOS Y A LA SOCIEDAD POR UNA VERDADERA ESTATIZACION DE AEROLINEAS (reproducimos un texto de AITA)

Finalizó una etapa en Aerolíneas Argentinas. Muchos respiraron tranquilos tras el anuncio de que la empresa volvía al control del Estado, sin embargo no hubo desbordes ni clima de triunfo.

Se fueron (o todavía en eso están) los principales artífices de la mayor debacle de la historia de Aerolíneas y Austral, y con ello cierra un período de la historia que nunca se tuvo que haber iniciado.

Pero cosas de la vida, Marsans hoy se va con los bolsillos llenos y deja a más de 9.000 trabajadoras/es en una situación de total precarización, con salarios muy por debajo de nuestras expectativas, y a todo un país con su sistema aerocomercial prácticamente devastado.

Quizá por ello la falta de euforia y triunfalismo. Al fin de cuentas, ¿qué hay para festejar? Fuera del hecho que se hayan ido y que en principio la continuidad de las empresas está garantizado, ¡nada más!

LOS RESPONSABLES DE LA CRISIS , DEBEN SER DEBIDAMENTE SANCIONADOS

Un tema que amenaza con diluirse y quedar en la nada, es el de la responsabilidad que les cabe a los artífices de la situación patrimonial, financiera y operativa en la que Marsans entrega la empresa.

Recordemos que la línea de bandera fue entregada a Iberia sin pasivos, iniciándose así un proceso de vaciamiento que fue profundizado por todo grupo empresario que se sucedió en el control de Aerolíneas.

Su "venta" y posterior traspaso de manos, fueron a las claras maniobras fraudulentas ejecutadas en perjuicio de trabajadores, usuarios y la sociedad en su conjunto.

Logrando revertir la imagen de una empresa que hasta el momento de su entrega por parte del menemismo gozaba de una gran reputación internacional.

Esto nos lleva a preguntarnos además por qué la Secretaría de Transporte avaló la aprobación de los balances de Aerolíneas, seriamente cuestionados por auditorías, en momentos en que Marsans ya afrontaba una causa abierta en un juzgado español por haberse quedado con dinero destinado a Aerolíneas.

Capítulo aparte merece el rol que desempeñaron las conducciones sindicales, particularmente APA que es la que nos representa, desde el momento en que Marsans se hizo cargo de las empresas del Grupo Aerolíneas.

¿Qué hizo para enfrentar el vaciamiento de las empresas desde el 2001 hasta la fecha? Ni siquiera salió a denunciar ni judicial ni públicamente el vaciamiento.

Para peor, días atrás firmó junto a otras organizaciones gremiales un pacto social, por el cual no se pueden realizar medidas gremiales por el término de 60 días, el cual resulta a todas luces innecesario e injustificado (APTA p ej. no lo firmó).

Pacto Social para que? Los aeronáuticos, lo que entre tantas cosas necesitamos, es que tanto Marsans como el Gobierno Nacional cumplan con la legislación vigente.

Es hora de que también nuestros representantes comiencen a dar cuentas acerca del por qué actúan de manera inconsulta sobre temas tan trascendentes.

Recordemos que esos mismos representantes son los que en el 2005 se pronunciaba en TV a favor de la gestión de Antonio Mata al frente de ARSA, en medio de un conflicto que otros sindicatos estaban protagonizando por salarios, y que ahora manifiestan a través del mismo medio que siempre "pelearon" por la estatización.

Finalmente, la justicia argentina debe seguir los mismos pasos que la de España e iniciar una investigación que permita establecer cuánto dinero fue desviado, quién se benefició de esa maniobra, y actuar consecuentemente.

Ni como trabajadores ni como ciudadanos podemos mostrarnos indiferente ante tanto saqueo, ni permitir que el Estado se comporte de manera "boba" haciéndose cargo de la deuda que debe pagar Marsans.

O sea, cargando en todo el pueblo argentino la deuda generada por Marsans, para dentro de 60 días entregarla nuevamente a un privado, pero obviamente sin pasivos.

REESTATIZACION SIN PAGO A MARSANS PARA CONFORMAR UNA UNICA Y PODEROSA LINEA NACIONAL DE BANDERA, GESTIONADA POR TRABAJADORES Y USUARIOS

Es hora de que esta situación termine de una vez y para siempre. Absolutamente nadie podrá negar que los altos costos operativos tornan por demás onerosa la actividad aerocomercial.

Ni hablar de la incidencia que en ella tiene el precio del petróleo. Sin embargo, en ningún país del mundo ha desaparecido el transporte de cargas y pasajeros vía aérea.

Todo lo contrario, el tráfico aéreo se sigue incrementando e incluso la proyección de vuelos resulta también ascendente al igual que la explotación de nuevas rutas.

Dentro de ese contexto, quienes integramos AITA estamos de acuerdo en que Aerolíneas retorne al Estado, pero porque nunca estuvimos de acuerdo con su privatización.

Por ello el Estado no sólo debe hacerse cargo de las empresas, sino definir una verdadera política aerocomercial. Desandando el camino que se inició allá, por inicios de los 90, con la "privatización", o entrega y descuartización de Aerolíneas.

En sí misma, esa maniobra atentó contra los intereses de la nación entera, en tanto el Estado entregó un medio de transporte que garantizaba la integración regional hacia dentro del país, y desde éste, hacia gran parte del mundo.

La "línea aérea de bandera" es, ante todo, un servicio que el Estado debe garantizar a la sociedad, por lo que no puede deslindarse de su manejo entregándosela a una empresa privada, sea de capitales nacionales, extranjeros o mixtos, ya que más allá de su nacionalidad, toda empresa privada busca el beneficio económico y no el social.

DEBEMOS SABER APROVECHAR ESTA OCASION

Algunos funcionarios del gobierno ya han señalado que la empresa será reprivatizada, con lo cual todo lo expresado acerca de la importancia y necesidad de que el Estado cuente con una "línea aérea de bandera", caería en saco roto.

Ahora bien, ¿es posible evitarlo? ¡Claro que sí! Se necesitará de algo que por diversas causas hoy día pareciera difícil de concretar: LA UNIDAD DE TODAS Y TODOS LOS TRABAJADORES.

Al igual que en la crisis del 2001 sólo la movilización de todos los trabajadores de Aerolíneas, convirtiéndola en causa nacional, logrará impedir una nueva falsa esperanza que se abre con este proceso.

Esa es la única alternativa que nos queda para elaborar junto a técnicos, especialistas y sobre todo con el control de los trabajadores, un proyecto que permita crear una línea aérea de bandera eficiente y competitiva pero que priorice el rol social.

Y, por sobre todas las cosas, debemos apuntar a esa unidad como la única alternativa que nos queda al conjunto de trabajadores de las empresas del hasta hoy Grupo ARSA, para lograr verdaderas mejoras en lo concerniente a lo salarial tanto como a las condiciones de trabajo.

Política que debe tener su punto de partida en una verdadera recomposición salarial, la que debe permitir que ningún trabajador gane un salario inferior a los $3.500 –Costo de la Canasta Familiar–.

Y junto a ello, se debe apuntar al mejoramiento de los factores de seguridad, higiene y medio ambiente para evitar que los trabajadores se enfermen o renuncien ante las graves condiciones en las que cumplen sus tareas.

Sólo entonces podremos creer que estamos ante la verdadera y definitiva recuperación de nuestra línea aérea de bandera para beneficio de trabajadores, usuarios y la sociedad entera.

A.I.T.A en APA-CTA
Agrupación Independiente de Trabajadores Aeronáuticos

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