Primero de Mayo / Por un acto unitario contra el gobierno

Miles y miles de trabajadores y pobladores pobres de las barriadas más golpeadas por los efectos del viento y la lluvia ganaron las calles durante días enteros, exigiendo la solución para sus problemas más elementales, ya que perdieron parte de sus viviendas y se quedaron sin luz y sin agua.

Por primera vez se vieron obligados a utilizar métodos reservados hasta hace muy poco para los “piqueteros” o los trabajadores más combativos. Cortando rutas, quemando gomas y enfrentando a la policía, se incorporaron activa y decididamente a la cada vez más extendida y radicalizada resistencia obrera y popular.

Este proceso tiene hoy en su vanguardia a los trabajadores del subte y la 60, que incentivan a pelear a los millones que sufren las consecuencias del aumento exorbitante de los precios. Es que la inflación continua siendo la principal arma del plan de ajuste de Cristina.

Los efectos de la inflación, el tornado y los tarifazos incluso obligan a pelear a muchos burócratas, quienes para acomodarse frente a sus bases o ganar internas sindicales, decretan medidas de acción directa o amenazan con hacerlo, una excelente oportunidad para impulsar asambleas que les exijan e impongan consecuencia.

La izquierda, que viene de un éxito muy grande, llenando la Plaza de Mayo el 24 de marzo con más de 40.000 personas, debe aprovechar estas circunstancias para transformarse en una alternativa de dirección frente a la crisis furibunda que empezó a sufrir nuestro país, en sintonía con la debacle mundial del capitalismo.

Para eso las organizaciones que convocaron a la movilización del 24 de marzo deberían reunirse y organizar un acto unitario para el próximo 1 de mayo, un evento combativo al servicio de las luchas y de los luchadores.

El Frente de Izquierda, que acaba de convocar a un acto propio, tendría que ampliar la invitación sumando al resto de los partidos y sectores combativos, de manera de realizar una jornada multitudinaria donde hagan uso de la palabra los dirigentes que están al frente de las luchas más importantes, como los de la 60, los del subte o los petroleros.

Hace falta un acto que represente a todos los compañeros que están organizando la resistencia contra las patronales y las políticas del gobierno, como los obreros de Kraft, los estatales, docentes, choferes, metalúrgicos, gráficos y ferroviarios combativos, los del SITRAIC, etc.

El contexto internacional ayuda, ya que como nunca las masas del mundo están levantándose en contra de los planes imperialistas, como lo demuestran los trabajadores españoles que vienen de protagonizar una poderosa huelga general. ¡El primero de mayo debe ser, además de un acto antigubernamental, un acontecimiento internacionalista!

La masacre de Once, el colapso energético tras el tornado último, el aumento de la canasta básica o en las tarifas e impuestos, son solo una muestra de que la decadencia capitalista golpea, y golpeará más aun, al nivel de vida de nuestro pueblo, hasta llevarlo a la miseria.

Frente a esta situación no hay otra salida que las medidas socialistas, levantadas por la mayoría de las organizaciones de la izquierda de este país. ¡Unirse el próximo 1 de mayo para levantar esta alternativa es, hoy más que nunca, justo y necesario!

Consecuentemente con este punto de vista y estos objetivos, desde Convergencia Socialista nos ponemos a disposición para organizar un gran acto obrero el próximo Primero de Mayo, antigubernamental, internacionalista y socialista.

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