Asambleas para resolver el apoyo efectivo a los/as compañeros/as que rechazaron el acuerdo firmado por CTERA. Reunión nacional para coordinar la solidaridad.

“En 17 de las 24 provincias comenzaron las clases normalmente… No fue así en Río Negro, San Luis, La Pampa, Mendoza, San Juan, Jujuy y Corrientes, donde continúan los conflictos gremiales.

Así, pierde fuerza la paritaria nacional tan celebrada por el Ministerio de Educación y los sindicatos, cuando el 22 de febrero se fijó en $ 1.290 el salario mínimo de bolsillo (antes era de $ 1.040 para un docente sin experiencia por dictar una jornada simple).” (Clarín, 3 de marzo 2008)
Siete provincias no empezaron las clases, repudiando en los hechos los acuerdos firmados por Stella Maldonado y demás dirigentes de CTERA, demostrando que las bases querían luchar y que existían condiciones excepcionales para impulsar el No Inicio de las clases en todo el país.

Es que la discusión salarial a través de la paritaria, independientemente de las intenciones de sus participantes, nacionalizó en los hechos el reclamo docente, como hacía mucho tiempo que no sucedía.

Esta realidad planteó la posibilidad, inédita, de salir a pelear por un nomenclador único para los docentes de toda la Argentina, rompiendo así con la fragmentación impuesta por las políticas divisionistas y progubernamentales de la burocracia celeste.

En ese marco era obvio que la conducción de CTERA no se proponía pelear y que la paritaria no era más que una maniobra al servicio de evitar el No Inicio y mantener la fragmentación.

Lo dramático del caso no es la actitud celeste, sino la política de las conducciones provinciales o distritales opositoras (Santa Cruz, Chubut, Neuquén, Tierra del Fuego, La Rioja, los Sutebas “combativos” de la Provincia de Buenos Aires, etc.) que no aprovecharon la oportunidad para jugarse al No Inicio haciendo “punta” desde cada uno de sus distritos.

Antes del 3 marzo se discutía sobre si existían o no condiciones para impulsar esta medida. Este debate cruzó a toda la oposición, cuyos principales dirigentes (lista Lila y docentes del P.O.) argumentaron que la “base no quería pelear”…

Sin embargo la realidad dio por tierra con todas sus especulaciones. La huelga en siete provincias demostró que si se hubieran jugado por el No Inicio, habrían empalmado con miles de docentes de todo el país dispuestos a pelear contra el techo salarial y los 180 días de “paz social”.

Este contexto debería obligarlos a romper con el conservadurismo con que se movieron antes del 3 de marzo. Para eso tendrían que poner a los distritos que conducen en consonancia con las provincias que salieron a parar, convocando inmediatamente a asambleas y plenarios de delegados que voten medidas de lucha solidarias con los/as docentes del interior.

Si las/as compañeros/as de las provincias en huelga triunfan ganarán todos/as los/as docentes, porque fracasará el intento de ponerle un techo a las demandas justas de los/as trabajadores/as y a la “paz social” pretendida por los enemigos de la educación pública y gratuita.

Declaración de docentes por el No Inicio

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