jueves, 3 de abril de 2008

Video de la masacre de Arroyito y nota publicada por El Trabajador un año atrás explicando cómo la burocracia "izquierdista" de ATEN frenó la lucha, evitando la caída de Sobisch
Ver video represión en Arroyito clickeando imagen

Reproducimos nota publicada en El Trabajador a los pocos días del asesinato de Carlos Fuentealba, escrita por nuestra corresponsal en Neuquén durante la huelga docente, María Alvarez.

Testimonio de una agachada

Estuve en la asamblea que decidió el corte en Arroyito. Vi y escuché la pelea que dieron – prácticamente solos los compañeros de La Lista Colorada (CS) y la Púrpura - para evitar la maniobra de desmontar el conflicto sacándolo de la capital. Maniobra que ya había sido rechazada por la mayoría de las seccionales del interior.

Escuche el plan “genial” de los miembros de la seguridad de Aten Capital para resguardarnos de la represión y luego – en Arroyito - los vi huir a todos juntos en una camioneta, cuando la mayoría nos quedamos a pata porque la mayoría de las combis que nos habían llevado, desaparecieron con los primeros gases.

Vi poner el cuerpo para cubrir la retirada a los activistas que habían votado en contra de estar ahí (entre ellos Carlos Fuentealba) a compañeros de las seccionales del interior, a los obreros de Zanón y - nobleza obliga - también lo vi al secretario general de Aten Provincial Marcelo Guagliardo.

Estuve a 4 metros cuando dispararon contra el Fiat donde viajaba Fuentealba. Estuve cuando llegamos a la casa de gobierno y a Carlos lo estaban operando y sabíamos que su estado era irreversible.

Fui testigo de las vacilaciones de la conducción ante el reclamo de la gente para cortar el puente. Estuve en el corte desde entonces, vi que hubo miles durante todos los días que se realizó y un acto con cerca 8000 mil.

Desde el primer día de corte fuí testigo del boicot de la conducción de ATEN Capital y Provincial (faltaba la leña, las carpas, los baños químicos, el agua y la comida) y la campaña macartista contra las organizaciones y sectores no docentes que defendían que la muerte de Carlos valía como mínimo la cabeza de Sobisch y su gobierno; razón por la cual proponían profundizar las medidas e impulsar la huelga general hasta que caiga.

Sentí el mismo entusiasmo de miles cuando el lunes se cumplió la jornada nacional de paro y movilizaciones en todo el país.

Creí que con semejante hecho político, sumado a la parálisis del gobierno de Sobisch y los rumores de auto acuartelamiento de la policía, la postura de la conducción de ATEN no podía ser otra que endurecer las medidas; las cuales contarían con el apoyo de la población de la provincia y de todo el país, ¡si hasta el burócrata de Yaski se vio en la obligación de exigir la renuncia!

Sin embargo todavía me resuenan las palabras de una de las madres de la filial Neuquén en el acto frente a la casa de gobierno, cuando frente a más de 30 mil personal pidió a los dirigentes que “no nos traicionen”, que “no negocien con la sangre derramada”, que “no negociaran con el asesino...”

Las palabras de las viejas eran más que una advertencia, una verdadera premonición, ya que apenas un día después, el martes 10, en la asamblea de ATEN Capital. Se consumó la agachada...

Ese día vi con mis propios ojos como en la asamblea, que en jornadas anteriores no superaban los 900 concurrentes, se agolpaban centenares de personas hasta colmar la capacidad del lugar, llegando a un número de 1500.

Ese día había muchos que - organizados por Aten Capital – fueron a la asamblea con el propósito de hacer retroceder la lucha. Eran los que no habían estado nunca en los piquetes o en Arroyito, los carneros y la retaguardia pasiva de la huelga.

El cartel que presidía la asamblea con la consigna fuera Sobisch, (puesto de prepo por compañeros que mocionaron no negociar hasta que caiga el asesino) fue pisoteado con maniobras para evitar el debate limitando la cantidad de oradores y haciendo fraude a la hora de contar los votos.

En ese momento vi como los dirigentes defendían con su cuerpo los intentos de arrebatarles el micrófono de varias compañeras que pretendían informar a la asamblea que el sector de salud y ATE acababan de votar la huelga de 48 horas por el mismo reclamo.

¡Como no iban a impedir el uso del micrófono para ocultar esa información, si su principal argumento para levantar los cortes y retroceder en la lucha era que “los docentes estaban parando solos...”!

Sentí indignación, profundo desprecio y vergüenza ajena cuando los militantes del MST junto a los referentes del MIC y a Marcelo Guagliardo consumaban semejante agachada, dándole el aire que necesitaba Sobisch para evitar su caída, justamente cuando era necesario propinarle el golpe más duro, endureciendo el conflicto, manteniendo el paro y los cortes y extendiendo estos últimos a toda la provincia...

Había condiciones para tumbar al asesino Sobisch. Ahora hay un retroceso que fortaleció al gobierno provincial que puso a su personaje más duro al frente de la conducción política, el ministro Lara, el mismo que armó los “cascos amarillos” que el año pasado desalojaron violentamente a los docentes de la ruta.

Sobisch se fortaleció, la Iglesia se prepara para mediar, Yaski respira aliviado y Kirchner se apresta a recuperar la iniciativa impulsando el juicio político, que es un verdadero saludo a la bandera, ya que el MPN tiene la mayoría en la legislatura.

Sin embargo, el proceso no se cerró, tengo confianza y esperanza en que los centenares de abnegados luchadores y luchadoras, que hicieron todo lo que estuvo a su alcance para evitar la traición, puedan superar la desmoralización, pasar en limpio a los capituladores y ponerse al frente de la lucha para llevar a la práctica esa consigna que resuena por toda la provincia:

¡FUERA SOBICH! La muerte de un trabajador en manos de los perros asesinos de la burguesía como mínimo vale eso.

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