Subte, Rechacemos las migajas que negocia UTA y construyamos un sindicato democrático

La UTA está negociando con la patronal de los colectivos un “aumento” de $200 mensuales retroactivos a enero con vigencia hasta septiembre, del cual se incorporaría al básico apenas una tercera parte, distribuída en tres cuotas de $200.- para marzo, julio y setiembre.

¡Imaginémonos las migajas que estarán discutiendo para los trabajadores del subte si esta es la propuesta para los choferes! Hay que levantar ya mismo la guardia, e impedir que negocien a nuestras espaldas, exigiendo la reapertura de las paritarias, la participación en las mismas del nuevo sindicato y un salario básico acorde a la canasta familiar, que ya trepó por encima de los $5.000.-

La elección del nuevo cuerpo de delegados, que comienza el 25 de marzo, puede ser una buena oportunidad para organizar la pelea, que por supuesto no será fácil. Para eso hay que elegir a los mejores compañeros por sector y en un número mayor al que había dentro de UTA, ya que se necesitan muchos representantes para afrontar los desafíos que se nos vienen.

Nos parece que no es un buen método de la elección el sistema de listas (como lo hace la burocracia en la CTA), ya que tiende a dividir por posiciones políticas o gremiales. Sería mejor que los delegados se elijan nominalmente y en representación de cada uno de los sectores. Hay que votar a los más representativos, tengan el color que tengan.

Para encarar las batallas que se nos vienen necesitamos un sindicato unido desde la base, pluralista y democrático, pero al mismo tiempo independiente del gobierno y de las patronales. Un sindicato en el que el protagonismo central lo tengan sus trabajadores, controlando desde abajo a los dirigentes para evitar la burocratización como sucede en la UTA.

Para lograrlo, será necesario abrir un amplio debate entre todos acerca del perfil y del funcionamiento del nuevo gremio, que se sintetizará en los estatutos y la declaración de principios.

Los socialistas tenemos varias propuestas para aportar en ese sentido, como la elección nominal, la obligación de resolver las cuestiones fundamentales en asambleas generales, la rotación de los puestos directivos, el cobro de la cuota sindical a la usanza de los viejos sindicatos llevándole directamente el talón a cada uno de los afiliados, etc.

Estas y otras propuestas tendrían que ser puestas a votación en una gran asamblea convocada en un estadio (como la Federación de Box), en donde las bases resuelvan democráticamente cada uno de los artículos del estatuto que regirá el funcionamiento del nuevo sindicato.

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