SITRAIC, UN ANTES Y UN DESPUES

Durante los días 7 y 8 de junio se produjo un hecho de gran importancia para los trabajadores de Lomas de Zamora. El Sitraic y los obreros de la obra de la calle Colombres 490 le propinamos una derrota ejemplar a la patota del mandamás de la UOCRA Gerardo Martínez.

El día 7 unos cincuenta matones rodearon la obra con la intención de escarmentar a los compañeros, que desde hace meses vienen organizándose en el nuevo sindicato. Sin embargo los trabajadores junto con militantes del Sitraic, no nos dejamos amedrentar y defendimos la obra, y a la nueva organización.

Mientras los obreros hacían el aguante adentro, una columna del Sitraic, Convergencia Socialista, el Bloque Piquetero Nacional y Quebracho marcharon hacia la obra, para echar a los mafiosos, quienes enterados de la llegada de la movilización, terminaron retirándose con la promesa de volver.

Efectivamente al otro día, comandados por el secretario general de la UOCRA de Lomas, Héctor Cabrera, más de cien pistoleros desembarcaron en dos micros, siete autos y tres motos, acompañados por representantes del ministerio de trabajo de la provincia y la policía, que reclamaban a gritos el desalojo del obrador.

Sin embargo semejante despliegue de nada les sirvió, ya que los trabajadores y los activistas del Sitraic estábamos más convencidos y preparados que el día anterior, y defendimos con más fuerza nuestros puestos de trabajo y la ubicación del nuevo sindicato.

Por eso, los insultos y las amenazas no pudieron con nuestra firmeza y convicción, ya que estábamos dispuestos a resistir hasta las últimas consecuencias. La patota, los funcionarios del ministerio de trabajo y los policías se retiraron con las manos vacías, lo que constituyó un triunfazo del Sitraic y los trabajadores.

La derrota de la patota fue posible porque los obreros de la construcción, hartos de los salarios miserables, la precarización laboral y los accidentes fatales, empezaron a ver en el nuevo sindicato una herramienta eficaz para pelear contra la superexplotación a los que los someten las patronales de la construcción.

Mientras que los burócratas de la UOCRA reciben suculentas coimas para mantener sometidos a los trabajadores, el Sitraic hace meses que viene llevando adelante una campaña contra el trabajo en negro, por mejores condiciones de trabajo y por un salario básico de $ 4500.

Con el nuevo sindicato ya recorrimos cientos de obras realizando asambleas, eligiendo delegados y encabezando conflictos que han obligado a las patronales a blanquear a cientos de operarios y a mejorar las condiciones de trabajo.

Gracias a esta y otras demostraciones de fuerza, los compañeros del Sitraic somos recibidos con naturalidad y entusiasmo, incluso en las obras que antes eran consideradas “difíciles”, multiplicándose las asambleas y reuniones en las que se eligen delegados de base.

El triunfo de la obra de la calle Columbres confirma las inmensas posibilidades de crecimiento del Sitraic. Es que la noticia del retroceso de la patota recorrió todas las obras de Lomas de Zamora y fue recibida con inmensa alegría por los trabajadores.

Debemos aprovechar este momento favorable y redoblar la lucha para acabar con el reinado de la UOCRA, fortaleciendo y extendiendo al nuevo sindicato.

Por eso convocamos a todos los compañeros de la construcción a sumarse al SITRAIC, un lugar donde todos tendrán su voz y su voto, en definitiva, un puesto de lucha para pelear por la democracia sindical, un salario digno y por todos nuestros derechos.

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