sábado, 30 de noviembre de 2013

Elecciones de internas combativas en zona norte; algunas conclusiones respecto a la ex Kraft y a Unilever

El trayecto final del 2013 puso a prueba a las direcciones clasistas instaladas en el movimiento obrero de la Zona Norte del Gran Buenos Aires, uno de los lugares claves para el desarrollo de una nueva dirección.

Como señalábamos en El Trabajador número tres, las comisiones internas combativas llegaban a ese momento crucial, envalentonados por la enorme elección del Frente de Izquierda -a nivel nacional- y, como consecuencia de esta, por la altísima votación del FIT entre los trabajadores de estas fábricas.

Es así que a los retumbantes triunfos en las empresas alimenticias Kraft, Unilever -Knorr- y Pepsico Snacks (ver notas aparte), se les sumó la consolidación de la internas gráficas de AGR-Clarín, Worldcolor y Donneley -Ex Atlántida- como así también la de cables Lear del SMATA.

Estos triunfos expresan una fuerte identificación de la base con el sindicalismo que promueve las luchas, la democracia sindical y la independencia de clase, a la vez que expone el agotamiento del modelo sindical peronista de conciliación de clases, que ubica a los trabajadores a la rastra de las expresiones políticas de los patrones.

El inmenso voto al Frente de Izquierda y los Trabajadores de octubre volvió a expresarse, pero esta vez dentro el corazón estratégico de la industria, en el proletariado de la Zona Norte del Gran Buenos Aires.

El desafío para el clasismo pasa ahora por organizar, de manera coordinada, la lucha por una nueva dirección dentro de los sindicatos, lo que significa un paso estratégico en el desafío que tiene la izquierda de sepultar al peronismo, empezando por la burocracia sindical.

Kraft: después del triunfo… más desafíos

El viernes 15 de noviembre se realizaron las elecciones en la planta de la ex Kraft/Terrabussi, donde compitieron 3 listas: la 1 UDT (Unión por la Dignidad de los Trabajadores), la 2 (Bordó) combativa, y la 3 (Azul y Blanca) del Partido Comunista Revolucionario.
           
Cabe destacar que, a pesar del clima enrarecido y colmado de divisionismo, calumnias y corrillos destructivos contra los compañeros de la lista 2 clasista -encabezada por el “Poke” Hermosilla-, esta se mantuvo dentro de un marco de paciencia y fortaleza, ganando por tercera vez consecutiva con el 44% de los votos (612).

En esta oportunidad la victoria se dio, apoyada en un avance sobre el turno mañana, que en las dos elecciones anteriores había sido ganado por el PCR, que ahora obtuvo un 32,5% (451 votos), ganando el turno tarde. Además se mantuvo un contundente triunfo del clasismo dentro del turno noche, de donde llegó la mayor diferencia de votos.

Lo novedoso fue la presentación -por primera vez- de la agrupación “independiente” UDT, encabezada por Miguel Silva y Federico Soriano, que basó su campaña en ataques contra los compañeros, que honesta y abiertamente, vienen enarbolando sus ideales socialistas y de izquierda. Esta lista salió tercera, con el 23,5% de los votos (451).

Sumando los votos de esta lista con los que consiguió la del PCR, ubican a la Bordó no como mayoría aplastante, sino como la “primer minoría” de la fábrica, una situación que, teniendo en cuenta los años en que  conduce la interna, debería ser tomada en cuenta, a modo de llamado de atención.

Para consolidar su ubicación política y sindical, creemos que debería avanzar hacia la construcción de una mayoría mucho más amplia, la única manera de consolidar a la ex Kraft como bastión de los clasistas, en zona norte y el resto del país.

Un salto de calidad y de cantidad sería masificarse dentro del activismo y de buena parte de la base, de manera de que ésta tome en sus manos todas las campañas y orientaciones de la Interna, como así también una intensa campaña de afiliación al Sindicato, un paso más que necesario para disputar la conducción del gremio en las elecciones de 2015.

La situación de la ex Kraft no es la misma que la de otras fábricas en las cuales recién ahora comienza a surgir una camada de activistas combativos, que están haciendo sus primeras experiencias en la conducción de los cuerpos de delegados o comisiones internas.

La interna de esta fábrica ya es, por méritos propios, una referencia concreta y significativa hacia el resto de la vanguardia que está al frente de las luchas, por lo tanto todo lo que allí acontezca será visto como una guía para la acción por miles de compañeros y compañeras. 

Triunfazo en Knorr y gran elección en Hellmann´s

La patronal de Unilever se jugó a todo o nada para barrer el ascenso de organización y lucha de sus plantas del Parque Industrial de Pilar. Es que la multinacional de los alimentos y los productos de limpieza no puede seguir tolerando delegados que desenmascaran su imagen de “Mejor empresa del mundo para trabajar”.

Compañeros que animan todos los conflictos del Parque Industrial y luchan contra los despidos, las violaciones a la Ley de Contrato de Trabajo: Unilever sobrecarga la jornada semanal, desconociendo el descanso obligatorio del fin de semana. La patronal no quiere delegados que denuncian que la fábrica que se dedica a alimentar a medio continente le niega el plato de comida a sus trabajadores

Para imponer sus objetivos, la empresa no ha dejado “receta” sin probar, de manera de derrotar el ascenso clasista: desde descuentos compulsivos contra las medidas gremiales, negativa a avanzar en las negociaciones pautadas, desconocimiento de los acuerdos firmados… hasta el inicio de un juicio de desafuero contra 5 delegados, el armado de listas abiertamente propias - en Hellmann´s y Knorr- y el despido con causa de uno de los candidatos clasistas de Hellmann´s.

La elección en la planta Knorr dejó claro, por su contundencia, que el clasismo está lejos de ser barrido. ¡Un aplastante 60% para la lista combativa, fue el resultado de una campaña movilizada por el activismo de los 3 turnos, respondiendo a la otra campaña, la que motorizaron los gerentes, jefes y líderes, apoyando a la otra lista!

Por otra parte, la derrota -por apenas un voto en Hellmann´s- no empaña la derrota de la empresa, si no que plantea un nuevo desafío para el activismo de esa planta; que de aquí en más, significa recorrer una nueva experiencia junto a los compañeros con el propósito de recuperar la Interna para defender a los trabajadores.

Este desafío, que debe ser llevado delante de manera conjunta  y unido a la lucha por la reducción de la jornada, fortalecerá al clasismo en Unilever y el conjunto del Parque Industrial de Pilar.


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